En realidad nadie muere. Sigue vivo en nuestro recuerdo, en cada gesto, cada mirada, todos los días, siempre está presente. Cada día alguien le recuerda unos momentos, aunque sea un solo segundo. Por eso nosotros podemos hacer inmortal a las personas, recordándolas, amándolas, sonriendo y siendo felices, sabiendo que la vida es una gran noria que no para de girar.
Somos inmortales.
viernes, 30 de abril de 2010
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2 sonrisa(s).:
Yo también lo pienso, Candy, yo pienso exactamente lo mismo!
:)
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